Su vida estuvo marcada por el sacrificio y el trabajo pero también por la constancia y el amor por sus seres queridos. Hombre de campo, profundo conocedor de las costumbres campesinas, ocasionalmente empuñaba la guitarra para cantar viejas y olvidadas canciones de aún más olvidados poetas (sus recuerdos alumbraron y alumbrarán varias páginas de ASUNTO LITERARIO) o recitaba pasajes completos del Martín Fierro con envidiable memoria. Estos versos del poema El último viaje de Francisco ‘Pancho’ Gandola, que muchas veces le oí cantar, ofician como un resumen de su propia biografía:
“En mis años de tropero
si habré soportao heladas
y en cientos de trasnochadas
lluvias, vientos y aguaceros;
si habré pechado toros fieros,
si habré andao entre el vacaje
si habré rejuntao coraje
pa hacerle frente a la vida
y hoy ni una estrella me guía
voy en el último viaje”.
Ahora que ha emprendido ese último viaje, que ya no está junto a nosotros y que todos los que lo queremos comenzamos a extrañarlo, su presencia se reafirmará en nuestra memoria, prolongándose en ella, acompañándonos.
Hasta siempre, viejo.
“En mis años de tropero
si habré soportao heladas
y en cientos de trasnochadas
lluvias, vientos y aguaceros;
si habré pechado toros fieros,
si habré andao entre el vacaje
si habré rejuntao coraje
pa hacerle frente a la vida
y hoy ni una estrella me guía
voy en el último viaje”.
Ahora que ha emprendido ese último viaje, que ya no está junto a nosotros y que todos los que lo queremos comenzamos a extrañarlo, su presencia se reafirmará en nuestra memoria, prolongándose en ella, acompañándonos.
Hasta siempre, viejo.
5 comentarios:
La verdad que si mi hijo me recordara con el amor que tu hoy le trasmitís a tu padre en estas líneas, donde quiera que estuviera, estaría en paz porque mi tarea en esta tierra estaría más que cumplida, amar a mi familia y ser tan buen recuerdo que es digno de que lo despidan con este cariño, ¡puta qué más se puede pedir a la vida!
Martín: te envío un afectuoso abrazo!!!
Un post muy lindo. Un abrazo al alma!!!
Muchas gracias a ambos. Un afectuoso saludo.
Martín, amigo, hermoso homenaje a tu viejo. Por otro lado, pensando acá, te imagino en aquel humilde hogar de las brujas que vos siempre me contabas, mamando historia y anécdotas de tu viejo y del entorno en que te criaste siendo niño y durante gan parte de tu adolescencia. Sin temor a equivocarme, puedo decir que mucho de tu talento hermano y tu inquietud intelectual, viene de esa época, época dificil junto a tu familia, pero que seguro ahora guardarás y recordarás con cariño. Un abrazo Robert.
Mi buen Robert, gracias por tus palabras. Y tenés razón, mi viejo es parte fundamental de lo que soy, lo que pienso y lo que escribo.
Un fuerte abrazo.
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