jueves, 5 de diciembre de 2013

Walter Apesetche le canta a sus orígenes

En esta milonga', el gran cantor repentista oriundo de la localidad de San Ramón, Walter Apesetche, definido como 'El trovador de Cristo', cuenta sus orígenes como cantor de la mando de su condición de joven chacarero en algún perdido campo canario... 

CHACARERO Y PAYADOR

Yo nací allá en San Ramón,
donde fue mi hogar primero
como el nido del hornero
hecho de paja y terrón.
Dejé desde muy pichón
aquel hueco paternal 
y azotado por el mal
rodé por sus aledaños
y con menos de diez años
me conchabé de mensual. 

¡Qué triste cuando se deja
el pago tan gurisito...!
¡Pobre de aquel pichoncito
que de su nido se aleja!
Yo en el llanto de mi vieja
templé mi tierno coraje
y cuando emprendí mi viaje
un parcito de alpargatas,
muy humildes y baratas,
eran todo mi bagaje. 

Así empecé a trabajar
de sol a sol sin descanso,
tras de una yunta de mansos
que me enseñaban a arar. 
Si habré visto agonizar
a los horizontes rojos;
si habrán llorado mis ojos
con el rigor de la helada
sobre mis piernas paspadas
por las cañas del rastrojo. 


Chacarero adusto y grave
fui de gurí sin apronte,
pero me llamaba el monte
con el canto de sus aves. 
Cadencias dulces y suaves
con mil variadas escalas, 
fueron poniéndole gala 
a mi pobre inteligencia...
No se queda en su querencia
quien ha nacido con alas.

Por el tiempo y el destino
que la vida nos tutela
con un rumbo de vihuela 
sigo abriéndome camino. 
Se ha de cumplir el destino 
que me deparó el Señor,
pero que orgullo mayor
es haber sido primero
un humilde chacarero
antes de ser payador. 

WALTER APESETCHE


-La imagen es el óleo 'Arando con bueyes', de Rolando Manavella (Argentina).






miércoles, 4 de diciembre de 2013

Una milonga de Rodolfo Blas Arrigorriaga

Varios sitios de Internet donde es reproducida la letra de esta milonga, que ha contado con diversos intérpretes en Uruguay y Argentina, señalan que es obra de Néstor Feria. El autor, en verdad, fue Rodolfo Blas Arrigorriaga, del que ASUNTO LITERARIO no dispone de mayor información. 


Las carretas

Como un saludo triunfal
que el bosque agita y exhala,
sobre las arcos de un tala
se está hamacando un zorzal.
Y por el camino real
una gran carreta asoma, 
rompiendo la policroma
quietud de las arboledas; 
como un rancho con dos ruedas
que va buscando una loma.

Por el tortuoso renglón,
la tropa lenta y tranquila,
parece una larga fila
de brujas en procesión.
Y cuando el negro crespón
en la llanura flamea; 
la larga fila se arquea
entre quejosa y jadeante:
como un monstruo agonizante, 
que en las sombras cabecea. 


Como viejas en cuclillas, 
divisando la extensión; 
las carretas en montón
se han sentado en las cuchillas.
Bajo las blancas costillas
de los toldos silva el viento, 
y junto al fuego un acento
lleno de amargos resabios, 
muerde y estruja los labios
con las palabras de un cuento.

Siempre con la misma pena
van cantando melancólicas, 
como guitarras eólicas
bajo la tarde serena.
La luna pálida y buena
rompe de un toldo la cara, 
la vieja armazón se aclara
bajo una brillante pauta
y el viento toca la flauta
en las cañas de tacuara.

Nota: La imagen se llama 'La carreta' (óleo sobre tabla de 20 x 19,5 cm.) y es obra del pintor uruguayo Ernesto Laroche (1879-1940).