jueves, 9 de julio de 2009

Una de Homero


En 1939 el poeta argentino Homero Manzi compuso la milonga Betinotti para homenajear al payador fallecido en 1915. Para conformar el triángulo perfecto, en el que cada vértice representa o destaca un elevado punto del Genio, unos años después, el inmeno cantor Ignacio Corsini grabó la milonga para regocijo dél público de la época y de futuros bloggers. Por un lado la pluma de Homero Manzi, siempre certera, siempre sentimental pero no sentimentaloide; por el otro, la figura evocada del payador legendario, una suerte de personaje de leyenda a la altura de Gabino Ezeiza o Néstor Feria y, finalmente, la voz perfecta de Corsini llevándola al disco o al éter o a dónde sea que van a parar lo que cantan los verdaderos cantores.


A continuación, Betinotti de Homero Manzi:


En el fondo de la noche
la barriada se entristece
cuando en la sombra se mece
el rumor de una canción.
Paisaje de barrio turbio
chapaleado por las chatas
que al son de cien serenatas
perfumó su corazón.


Mariposa de alas negras
volando en el callejón,
al rumorear la bordona
junto a la paz del malvón.
Y al evocar en la noche
voces que el tiempo llevó,
van surgiendo del olvido
las mentas del payador.


Estrofa de Betinotti
rezongando en las esquinas.
Tristezas de chamuchina
que jamás te olvidarán.
Angustias de novia ausente
y de madre abandonada
que se quedaron grabadas
en tu vals sentimental.


Y la noche de los barrios
prolongó un canto de amor
animando tu recuerdo
¡Betinotti, el Payador!

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