jueves, 21 de octubre de 2010

Adiós, Sabalero

Esta madrugada, José Carbajal 'El Sabalero' ha emprendido el viaje final cerca del elemento central de muchas de sus canciones: el agua. Pocos como él dentro del cancionero uruguayo, lograron establecer una obra tan clara en sus principios, tan fiel a su compromiso artísitco y social. A diferencia de otros cantores locales que han sabido reciclarse y aggiornarse con la explotación de consignas que hoy suenan perimidas, José Carbajal 'El Sabalero' abrazó a sus canciones con una sinceridad tan profunda que llega a conmover. Si Chiquillada y A mi gente se convirtieron en himnos extrageneracionales, muchas de sus canciones siguen aguardando el rótulo de clásicos de la música popular. Pienso en esa desoladora carta llamada No te vayas Pedro (escrita a su hermano muerto) o la descripción minuciosa de una siesta en el Barrio de las Latas en Grillo cebollero; la celebración de la sencillez lúdica de Los Panaderos o esa composición que incorpora a la onomatopeya como verso distintivo en Pa´acarrear el agua.


Vuelven los recuerdos
desde chiquilín....
daría mi vida
por volver allí...

Que tristeza, que tristeza
que tiene la Santa Rita...
el frío mató sus flores
se ha quedado desnudita...

Caen las hojas, caen las hojas
y se ensucia la vereda
Cae la lluvia, cae la lluvia
silencio en la pajarera...


Tarde de invierno...
contando el vintén,
con café y galleta
todo marcha bien...

Ese canto, ese canto
que recorre los rincones
Ese llanto, ese llanto
que recorre callejones

Grillo cebollero
te remedaba por horas
tu cantinela de lata
en mi cobijita de mora...

Caen las hojas, caen las hojas
y se ensucia la vereda
Cae la lluvia, cae la lluvia
silencio en la pajarera...

Que tristeza, que tristeza
que tiene la Santa Rita...
el frío mató sus flores
se ha quedado desnudita...

(Fragmentos de Grillo Cebollero, de José Carbajal).

El Sabalero en Los Cerrillos, circa 1996. El autor de Asunto Literario (primero desde la izquierda) con un engañoso vaso de refresco en la mano, acompaña el espíritu de Baco que envuelve el aire (imposible de apreciar en la instantanea) y que concluirá, al rato nomás, en un asado.

2 comentarios:

Pedro Peña dijo...

Muy lindo, Martín!!! Coincido en la opinión que tenés del Sabalero y su honestidad. Un abrazo

Martín Bentancor dijo...

"Volver...
desde los tercios del alma gris,
a ti,
madre tibia y brutal..."
Daría una mano por escribir algún verso así.
Le mando un abrazo,
Martín