Guardia es uno de los primeros poemas de Giuseppe Ungaretti, una pieza mínima, construida con una envidiable economía de palabras y recursos formales y que, en lo temático, antecede las grandes ideas que atravesarán el resto de su obra, no demasiado extensa, justo es decirlo.
En Guardia, un joven Ungaretti, soldado en las trincheras de la Primera Guerra Mundial, asiste al horror de la confrontación y de la sangre. Emocionalmente destrozado por la brutalidad de sus superiores, el hambre, el frío y las alimañas; con los nervios carcomidos por el constante detonar de los cañones, los gritos de dolor de compañeros y enemigos, el joven Ungaretti pasará una de las noches más largas de su vida. Es la noche en que el equivocado Ungaretti soldado se convertirá en el Ungaretti poeta para beneficio de la industria armamentísitca europea y de un séquito limitado de lectores fieles hasta las vísceras.
A continuación, Guardia de Giuseppe Ungaretti en traducción de Oreste Frattoni:
Guardia
Cima Quattro, 23 de diciembre de 1915
Una noche entera
echado junto
a un camarada muerto
su boca
gruñona
vuelta hacia la luna llena
la hinchazón
de sus manos
penetrando
en mi silencio
he escrito
cartas llenas de amor.
Nunca me he asido
tan
En Guardia, un joven Ungaretti, soldado en las trincheras de la Primera Guerra Mundial, asiste al horror de la confrontación y de la sangre. Emocionalmente destrozado por la brutalidad de sus superiores, el hambre, el frío y las alimañas; con los nervios carcomidos por el constante detonar de los cañones, los gritos de dolor de compañeros y enemigos, el joven Ungaretti pasará una de las noches más largas de su vida. Es la noche en que el equivocado Ungaretti soldado se convertirá en el Ungaretti poeta para beneficio de la industria armamentísitca europea y de un séquito limitado de lectores fieles hasta las vísceras.
A continuación, Guardia de Giuseppe Ungaretti en traducción de Oreste Frattoni:
Guardia
Cima Quattro, 23 de diciembre de 1915
Una noche entera
echado junto
a un camarada muerto
su boca
gruñona
vuelta hacia la luna llena
la hinchazón
de sus manos
penetrando
en mi silencio
he escrito
cartas llenas de amor.
Nunca me he asido
tan
firmemente a la vida.
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