miércoles, 4 de diciembre de 2013

Una milonga de Rodolfo Blas Arrigorriaga

Varios sitios de Internet donde es reproducida la letra de esta milonga, que ha contado con diversos intérpretes en Uruguay y Argentina, señalan que es obra de Néstor Feria. El autor, en verdad, fue Rodolfo Blas Arrigorriaga, del que ASUNTO LITERARIO no dispone de mayor información. 


Las carretas

Como un saludo triunfal
que el bosque agita y exhala,
sobre las arcos de un tala
se está hamacando un zorzal.
Y por el camino real
una gran carreta asoma, 
rompiendo la policroma
quietud de las arboledas; 
como un rancho con dos ruedas
que va buscando una loma.

Por el tortuoso renglón,
la tropa lenta y tranquila,
parece una larga fila
de brujas en procesión.
Y cuando el negro crespón
en la llanura flamea; 
la larga fila se arquea
entre quejosa y jadeante:
como un monstruo agonizante, 
que en las sombras cabecea. 


Como viejas en cuclillas, 
divisando la extensión; 
las carretas en montón
se han sentado en las cuchillas.
Bajo las blancas costillas
de los toldos silva el viento, 
y junto al fuego un acento
lleno de amargos resabios, 
muerde y estruja los labios
con las palabras de un cuento.

Siempre con la misma pena
van cantando melancólicas, 
como guitarras eólicas
bajo la tarde serena.
La luna pálida y buena
rompe de un toldo la cara, 
la vieja armazón se aclara
bajo una brillante pauta
y el viento toca la flauta
en las cañas de tacuara.

Nota: La imagen se llama 'La carreta' (óleo sobre tabla de 20 x 19,5 cm.) y es obra del pintor uruguayo Ernesto Laroche (1879-1940).




3 comentarios:

  1. Acabo de descubrirlo, Martin, muy lindo trabajo, contenido, el de su blog.

    Mi correo electronico jucafe0402@yahoo.com

    Mi web: www.eleditor.net

    Mi FB: www.facebook.com/eleditor.net

    Me encantaria tenerlo como colaborador de mis plataformas. Muchas gracias.

    * Juan Carlos Fernández

    ResponderEliminar
  2. Como un saludo triunfal,
    que el bosque agita y exhala,
    sobre las arcas de un tala,
    se está hamacando un zorzal.
    Y por el camino real,
    una gran carreta asoma,
    rompiendo la policroma
    quietud de las arboledas.
    como un rancho con dos ruedas,
    que va buscando una loma.
    2
    La blanca luz estelar,
    ilumina los caireles,
    dibujando redondeles
    en los cueros del jaguar.
    alguien empieza a cantar
    la amargura de sus males.
    Una mano hace espirales
    con las cuerdas y las lianas,
    y las cuelga en las picanas
    como un montón de iniciales.
    3
    Por el tortuoso renglón,
    la tropa lenta y tranquila,
    parece una larga fila
    de brujas en procesión;
    y bajo el leve crespón,
    que en la cañada flamea,
    la larga fila se arquea
    muy quejumbrosa y jadeante:
    como un monstruo agonizante
    que en la sombra cabecea.
    4
    Como viejas en cuclillas
    sobre la verde extensión,
    las carretas en montón,
    se han sentado en la cuchilla
    entre las blancas costillas
    de los toldos, silba el viento,
    y junto al fuego un acento,
    lleno de amargos resabios
    muerde y estruja los labios
    con las palabras de un cuento.
    5
    Siempre con la misma pena,
    van cantando melancólicas,
    como guitarras eólicas
    bajo la noche serena;
    la luna, pálida y buena,
    quiebra en los toldos su cara.
    La vieja armazón se aclara
    con una brillante pauta,
    y el viento, toca la flauta
    en las cañas de tacuara.
    6
    Abiertas sobre el boyero,
    siempre van entre las galas
    las dos inmóviles alas
    de algún pájaro agorero;
    tal vez algún compañero
    se quede por el erial
    donde sólo el vendaval
    podrá honrarle las facciones
    grabando sus inscripciones,
    sobre el errante guadal.
    7
    Arcas de amor y de pan,
    que así van de pago en pago
    volcando como un halago
    sus quejas de guayacán;
    su voz dice, cuando van
    por la oscura lejanía,
    los lamentos de agonía
    de una mujer moribunda,
    que en la rueda gemebunda,
    recluyó una brujería.
    8
    Sobre un pértigo curvado,
    que está señalando al cielo,
    se lamenta el desconsuelo
    de un carretero inspirado;
    su candor de enamorado
    levantó de la carreta,
    la femenina silueta,
    que lo contempla extasiada
    como una reina sentada
    sobre un trono de galleta.
    Ahi si esta completa, anteriormente la que usted publico esta incompleta y de hecho todossss los que escucho cantarla la cantan incompleta

    ResponderEliminar
  3. Excelente aporte el de la letra completa. Solo conocía hasta la quinta estrofa, que efectivamente es hasta donde la interpretan los cantores a los que se las he escuchado. Muchas gracias y un saludo.

    ResponderEliminar